Las napolitanas son una de las pastas más populares y comercializadas por todo el mundo. Estas no entienden de dulce o salado, pues su masa hojaldrada permite jugar con relleno de ambos sabores.
Aunque su nombre nos lleva a pensar que su origen es de Nápoles, esto no es del todo cierto. Hay diversas teorias y es que a pesar de que en nuestras fronteras la llamamos "napolitana", en otros lugares recibe el nombre de "pain au chocolat" (pan de chocolate en francés). Por eso, y porque su masa guarda cierta relación con la masa del croissant, se considera que las napolitanas pueden proceder de Francia.
A pesar de esto, las teorías más respaldadas cuentan que, el término "napolitana" hace alusión a Isabel I de Castilla, quien desde el año 1504, ostentaba el título de reina de Nápoles. Esta alusión a la reina estaba camuflada, ya que en realidad se trataba de una mofa y sátira donde se comparaba el tamaño y la forma aplastada del dulce con la propia reina.
De todas formas, la napolitana es un producto que toda cafetería debería incluir en su negocio por varias razones: es un artículo que permite una gran rotación, tanto para desayunos como para meriendas, resulta muy fácil de manipular y es un top de ventas que gusta tanto a niños como adultos por su facilidad a la hora de comer y sus rellenos generosos que enamoran a todos los que las prueban. Además, triunfan tanto entre los amantes del salado como entre los fanáticos del dulce.
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